Las alfombras de flores son obras de arte efímeras que tienen su origen en la festividad del Corpus. En esta fiesta católica, de origen medieval, se venera la eucaristía. La fiesta está marcada por el calendario litúrgico; por eso no tiene una fecha fija, son sesenta días después del Domingo de Pascua. Por Corpus tenía lugar la procesión en la que los sacerdotes exponían la eucaristía en una custodia y la paseaban por las calles principales del municipio. Por ello, era costumbre que la gente limpiara las calles y los adornara, es decir, alfombraban el suelo con romero y otras flores para perfumar la calle por donde pasaría la procesión. Antiguamente sólo pisaban las alfombras los que llevaban la custodia. Estas procesiones son el antecedente de las actuales pasacalles de muchas fiestas mayores.

En el Archivo Municipal se conservan imágenes de estas alfombras de los años sesenta del siglo pasado, donde se puede ver la gente que participaba en el proceso de hacerlas o paseando para disfrutar de aquellas magníficas decoraciones. También para Corpus tienen lugar otras fiestas que perduran como la Patum de Berga, las enramadas o “l’Ou com balla”. Todas han ido perdiendo el motivo religioso, e incluso algunas se han recuperado en los municipios como una actividad popular y sin ninguna significación religiosa, como es el caso de Esplugues.

Catifes

Calle de Mn. Jacinto Verdaguer
AMEL. Colección L’Abans, cedida por Familia Castells-Moreno

Desde mayo de 2011 las alfombras han vuelto al municipio. Fue a iniciativa de la vecindad de la calle Mossèn Jacint Verdaguer, al que, dos años más tarde, se añadió la calle de la Iglesia. El año pasado los Museos de Esplugues participaron por primera vez.

Arxiu Municipal d’Esplugues.

Artículo Pont Mayo 2016

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