Museo de cerámica
«La Rajoleta»
HISTORIA
Durante la década de los 80 del s.XX, el Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat adquirió la finca de la fábrica de cerámica Pujol i Bausis -conocida popularmente como “La Rajoleta”-, entonces en manos de su último propietario. Era el fin de la decadencia de una de las empresas dedicadas a la producción de cerámica industrial que vivió, especialmente con el Modernismo, su época de máximo esplendor.
Sus precedentes empresariales se sitúan en 1858, cuando dos socios franceses, Màrius Jourdan y Joan Terrada, forman una sociedad para edificar una “fábrica de azulejos” en un lugar propiedad de Pau Pujol Franquesa. Por fuentes documentales se conoce que se producían “azulejos finos y losetas”.
La empresa pasaría por diferentes cierres y cambios de manos hasta el año 1876, cuando Jaume Pujol i Bausis se hizo cargo de la fábrica. Iniciaría una etapa de estabilidad con la producción de unas cerámicas de calidad que adquirirán una gran notoriedad, especialmente durante la etapa de su hijo, Pablo Pujol Vilà, coincidente con la época dorada del Modernismo.
Arquitectos como Gaudí, Gallissà, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner, Font i Gumà, Bassegoda,… nutrirán sus obras arquitectónicas de elementos cerámicos elaborados en la fábrica de Esplugues de Llobregat. Algunos de estos arquitectos junto con otros artistas (Adrià Gual, Alexandre de Riquer, Lluís Brú,…) harán proyectos cerámicos para la fábrica. La empresa con despacho en Barcelona -en la calle Tallers número 9- y fábrica en Esplugues de Llobregat, contó durante el primer tercio del s.XX, con dos directores artísticos de gran relieve: Juan B. Alós i Peris y Francisco Quer i Selvas.
Después de la Guerra Civil (1936-1939), la empresa se convierte en sociedad anónima -Cerámicas Pujol i Baucis SA- , comandada por Narciso Vallvé Bonany -antiguo trabajador de la fábrica- y, posteriormente, relevado por su hijo, Narciso Vallvé Asenjo.
Se iniciarán nuevas líneas de producción con la fabricación de aisladores eléctricos y revestimientos para molinos de bolas y, más adelante, se comercializarán productos cerámicos hasta su cierre definitivo.
Tras un periodo de abandono y derribo parcial, en el año 1994 se inician las primeras intervenciones del nuevo delimitado recinto con la construcción de un nuevo edificio que, en la actualidad, acoge la exposición permanente de “La Rajoleta”. Más tarde, se realizan en todo el recinto prospecciones arqueológicas, cuyos hallazgos completan los descubrimientos realizados con motivo de la construcción del nuevo edificio.
Con motivo de la celebración del Año Gaudí, el 26 de abril de 2002 se inician las primeras visitas públicas al recinto de “La Rajoleta”. El acierto de su apertura se verá reconocido, al año siguiente, con la distinción de los Premios Bonaplata, en su modalidad de Difusión.
Pese a la actual provisionalidad de las instalaciones, la excepcionalidad de sus hornos y otros elementos de interés, posibilitan que, el 18 de julio de 2006, el Consejo Rector del Museo de la Ciencia y de la Técnica apruebe su vinculación como museo colaborador, y que, el 25 de noviembre de 2007, con el nombre “Museo de Cerámica “La Rajoleta” de Esplugues de Llobregat” se formalice el primer convenio de colaboración.
EXPOSICIÓN PERMANENTE
La visita a “La Rajoleta” tiene un circuito establecido que comprende una parte exterior del recinto y la parte del edificio que acoge la exposición permanente.
Actualmente en el recinto se observan los restos de las balsas de decantación, de la estancia de los molinos, del rincón del barro, del asiento y de la chimenea para la salida de humos de la máquina de vapor, y un importante conjunto de hornos entre los que destacan: seis hornos de tipo árabe, dos de ellos enterrados y de grandes dimensiones; dos hornos de botella; y un horno para cerámica de reflejo metálico.
Hay que decir que estos restos tienen un extraordinario valor, tanto desde el punto de vista arqueológico como tecnológico, ya que permiten mostrar claramente el proceso de fabricación de cerámica decorativa catalana desde el s.XIX hasta prácticamente hoy en día.
El recorrido interior presenta tres líneas de contenido que acompañan la visita a los hornos y la exposición con el apoyo de dos audiovisuales.
1. La empresa
Presentación de los cuatro periodos más representativos de historia de la empresa: desde sus precedentes a mediados del s.XIX, pasando por las épocas de esplendor de la familia Pujol i Bausis hasta la reconversión en sociedad anónima en manos de Narciso Vallvé y su cierre definitivo en 1984.
2. La fabrica
Explicación del proceso de producción que se llevaba a cabo en la fábrica: la preparación de la tierra, la elaboración de las piezas y la cocción a los diferentes hornos.
3. La Producción
Recorrido por los diferentes tipos de producción que se llevaron a cabo en los más de 100 años de existencia de la fábrica, poniendo especial énfasis en su vinculación con el Modernismo. Cabe destacar el espacio dedicado al taller de mosaico de Lluís Brú i Salelles.
Este ámbito fue creado en febrero de 2010. Se centra básicamente en la técnica del mosaico a través de algunos elementos museográficos de reproducción y con teselas y utensilios originales del taller, cuyo interior aparece reproducido en una imagen captada en 1908.
La muestra exhibe también algunas piezas de los mosaicos originales así como dos piezas excepcionales de la Fonda Marina.